Intertek cuenta con acreditación de la entidad mexicana para el análisis de 36 compuestos PFAS, de los cuales 29 se cuantifican de manera directa y 7 adicionales se obtienen de manera indirecta.
Adicionalmente, se pueden realizar pruebas de migración de los compuestos PFAS de materiales en contacto con alimentos, el cual se realiza exponiendo un medio al contacto.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) como el ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA), considerados contaminantes persistentes se pueden encontrar en alimentos y fuentes de agua, incrementando el peligro de exposición a estos compuestos peligrosos que pueden ocasionar graves daños a la salud como el crecimiento y al desarrollo, afectar la reproducción, la función tiroidea, el sistema inmunitario y dañar el hígado.
El análisis requiere una extracción en fase sólida (SPE) de la muestra, seguida de un análisis mediante cromatografía líquida con espectrometría de masas en tándem (LC-MS-MS). Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son un grupo de sustancias químicas utilizadas para fabricar revestimientos de fluoropolímeros y productos resistentes al calor, al aceite, las manchas, la grasa y el agua. Estos compuestos pueden encontrarse en una gran variedad de productos desde ropa, muebles, adhesivos, envases de alimentos, superficies de cocina, antiadherentes resistentes al calor y el aislamiento de cables eléctricos.
Muchos PFAS, como el ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA), son preocupantes porque: no se descomponen en el medio ambiente, pueden desplazarse por el suelo y contaminar las fuentes de agua potable, se acumulan (bioacumulan) en los peces y la fauna salvaje.
Los PFAS se encuentran en ríos, lagos y en muchos tipos de animales terrestres y acuáticos. Debido a esto, los PFAS persisten en el medio ambiente y la exposición de las personas puede producirse principalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados con PFAS.
Los efectos sobre la salud humana de la exposición a niveles ambientales bajos de PFAS son inciertos, sin embargo los estudios de laboratorio indican que algunos PFAS pueden afectar al crecimiento y al desarrollo, afectar la reproducción, la función tiroidea, el sistema inmunitario y dañar el hígado.